martes, 19 de marzo de 2013

Este mundo... no se



De Revocatoria

Había permanecido en silencio, por siniestras razones que aceleran los latidos; escribiendo, escribiendo e-mails, escuchando canciones, observando de reojo al mundo… (No se) Siempre se termina por salir del letargo, y salí para quedarse estático, expectante y temeroso en Saint Patrick’s Day, con casi todos mis sentidos atraídos hacia la tierra de Chabuca Granda ®,con tantas interrogantes en mi cabeza. Con la idea clara de que el mundo gira por que tiene girar, y parece que sus ocupantes viven porque tienen que vivir nomas… espero dejarme entender… me quedo rumiando ese sabor amargo que trae le decepción; no por el triunfo del NO a la revocatoria, que en realidad me sabe a victoria (escasas en mi vida) Mas bien por el hecho en sí de fomentar una revocatoria, sin sentido aunque hubiese ganado el si… ya no queda gente que piense, pensé, y los resultados han hecho que me replantee mis pensamientos ¿No era obvio acaso la manipulación política e intereses personales tras ella? ¿No se piensa en el gasto que todo este proceso le generó al país, no solo a Lima? ¿Quién se beneficia realmente de ello, los ciudadanos? Este resultado, NO quiero verlo como el triunfo de una persona en particular: alguien que conozco personalmente, estimo y respeto. Tampoco como la derrota de otros que pretenden suponer que el Perú es su chacra, y se baila al son que ellos quieren tocar. Deseo verlo, y me cuesta, con mucho optimismo, como un triunfo del cambio, del cambio de la ideología  y pensamiento del nuevo ciudadano: peruviensis pensante… En una sociedad, donde lo normal es que la clase política haga mal uso de los recursos del estado; se plantea otra forma de gobernar, poniendo al descubierto que se pueden hacer las cosas de un modo diferente, no digamos ya bien, simplemente diferente a lo descaradamente errático, que era a lo que nos tenía acostumbrados… esta forma “nueva” de hacer las cosas, resulta ofensiva para algunos. NO digo que sea la mejor forma  de hacerlo, como todo, tiene sus desaciertos; pero quiero creer que en la tierra que más quiero las cosas pueden ser distintas, mejores. Este domingo, aunque se siga demostrando que no sabemos votar a favor de… si no en contra de… diré que pude dormir tranquilo, e ilusamente optimista.

Ahora bien, pasada la tormenta ¿Es correcto que un ciudadano, despierte una mañana y sin argumento alguno se proponga revocar a alguien? ¿No borda esta manera constitucional, de revocar a alguien democráticamente elegido, lo absurdo? Me despierto un mañana, suena mi celular, mi compadre me explica  los beneficios para ambos y me convence de que debo iniciar una revocatoria contra “X” o “Y” político que está haciendo su trabajo de forma normal, es decir a la que nos tienen acostumbrados. Voy a la ONPE, pido unas fichas para recolectar firmas (400 mil nomas o 25% de la población en cuestión) y ya está, sin razón o argumento alguno, inicio una revocatoria… así, cualquiera.  Del otro lado, en la península de Cervantes, todo lo contrario, los políticos (basura inteligente)  no pueden nunca ser revocados, la voluntad popular no existe más que solo cada cuatro años (y parece ser que no se dan cuenta); pueden conseguirse el 99% de firmas a favor de una revocatoria, y esta no se haría efectiva jamás. Obvio, esto tampoco se puede permitir; no me queda aun claro cuál de los dos sistemas es peor, lo absurdamente vivido en el Perú este domingo que pasó, o lo que nunca pasará en España mientras no se cambie la ley electoral… Revisar estas cuestiones me parece importante, buscar un punto de equilibrio razonable, en el que se manifieste verdaderamente la voluntad mayoritaria de la mayoría popular (Lo mejor para todos, y si no todos, para la mayoría)

¿¡Power to the people!?


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