martes, 20 de noviembre de 2012

Lo que pasa, pesa


(My Secret Life)
Casi siempre estoy solo, con el pecho congelado, y no soy capaz de dejar de atarme al pasado; y algunas veces me cuesta reconocer el bien, pero sé lo que no está mal, y no está mal extrañarte tanto, ni mencionarte en silencio, ni desatar de vez en cuando estos sentimientos aglomerados, ocultos a la fuerza, por mi seguridad, por la de terceros y cuartos… cuartos, habitaciones que transpiran nuestra ausencia, en un piso desarropado, en una ciudad impoluta manchada únicamente por nuestros pecados…
“… y se dio cuenta que era suya, mas suya que de nadie, mas suya que de cualquier otro que pudiera poseerla o adorarla mañana”
… descalza sobre ese piso alfombrado, con esos diminutos pies tan… tan lindos, tan hermosos, tan soberanos… tan como ella!!! Envuelta en esa sudadera verde con capucha, que le llega hasta las caderas y deja al descubierto sus muslos, que, aparte de sus bragas, es lo único que lleva… delicadamente se deja caer sobre ese colchón carente de sabanas “¿Me dejas descansar contigo?” y se hace de un pequeño espacio, se acurruca en un rincón y en medio de esa soledad se rodea fuertemente con sus brazos, sus brazos: delgados como alambres, níveos como el marfil  “Es que… va sonar feo, pero… te tenía ganas” y se abraza más fuerte y le faltan las fuerzas, recuerda y reconoce que a veces le ha olvidado, pero ahora, justo hoy, deplora su ausencia… y se siente extraña, y extraña todos sus besos, su risa suave, todo su aroma… todo de él  “¿Que andarás haciendo ahora?” ya ha pasado algún tiempo, pero aun lleva la sensación de esa presencia en su cuerpo, y quiere volver, o quiere que vuelva, ya no sabe bien, pero lo que si sabe es que para que alguien vuelva debe alejarse primero.
CC

https://www.youtube.com/watch?v=dcZY6TzzU0I