viernes, 20 de diciembre de 2013

A destiempo...


En el día previo al vigésimo primer día del último mes del infame año Pugliese (12+1)

Cuesta despedir el año, el ultimo o el penúltimo de tu soplo frío sobre mi rostro… cuestan las flores su precio justo, cuando justa es tu sonrisa blanca que acompaña tu voz melodiosa que no disimula tu disgusto con el gusto de tu corazón agazapado; ese que no entiende la fe ni toma la prudencia por bandera, que te lleva sin rumbo por las rutas del amor, mi desamor compartido.

Cuestan las extrañas maneras que escoges para demostrar tu cariño, que inequívocamente interpreto cuando a la distancia me prometes un guiño; y tú recién te enteras que sigo siendo el mismo de siempre, ese que se enfrenta de espaldas a tu sinceridad. Y una vez más, me es difícil ser injusto contigo, aun cuando te empeñas en levantar un muro que divida nuestros áridos caminos.

Cuesta hoy como antes, como siempre, verte partir sin un destino fijo en la estación, olvidando  vanas promesas de adolescente, que augura aun mi corazón; ese que te acompaña donde quiera que vayas, mujer solitaria; y que vela tu sueño con quien sea que duermas, señorita  compartida. Cuantas noches perdidas ganando batallitas con espadas de cartón, a la espera de un día mejor.

Cuestan los inoportunos momentos, esos que llegan a destiempo como al amor bien venido, que arremete rompiendo cristales, arrasando tu impávida paciencia, haciendo jirones tu ropa de estación, adquirida en El Corte con descuento de ocasión. Si tu nombre empezase con F para terminar en Amistad, y te perdieras a posta en tiendas de ultra marinos, aun así seguiría tu rastro con mi rostro gustoso al final…   

… a destiempo.

CC