martes, 31 de mayo de 2016

Que lo sepas...




(Anoche soñé contigo)

Ayer, como tantos otros días que tú ignoras, te extrañé mal. Te imaginaba tomando un vino, no era por mí, y mucho menos conmigo. La música de fondo era tan tuya que hasta creí escuchar tu voz. Y tan consistente como lo es la noche, también lo fue tu ausencia.

Sentada a la luz de una vela, así también te he imaginado. Con una copa en tu mano e ignorándome con indecencia. Calculando el largo de tus piernas me ha sorprendido tu mirada. Derrocando la distancia entre el cielo y el infierno, entre tus labios y la ausencia de ellos.

Despacito, como en cámara lenta, te has despojado de tus prendas. Has hecho que mi habitación sea perfecta, y he vuelto a ser con tu silencio. Epicúreo entre tus formas me he deshecho de las mías. "No quieras ser hija de puta" te decía, aunque posees todas las gracias para ello.

Le he susurrado algo a tu oído, tan quedo que hasta te has estremecido. Has reído de una forma muy graciosa, y hasta he pensado que era cierto.  Has despeinado mi cabello, me has dado un beso en la mejilla. Y así como has llegado, imprevisiblemente, así también te has ido.