miércoles, 21 de diciembre de 2011

Explícito




Puesto ya en evidencia no vale la pena ocultarlo, callejear con gesto compungido mientras se disuelven en los rostros esas sonrisas de sal, las nubes te hacen creer que va empezar a llover (sobre mi), por cuenta propia dije que ¡Si, No quiero!, y ahora quiero empezar a correr… De pronósticos nada, para ello el parte meteorológico, ni pitonisas, ni adivinos, un poco de sensatez para nuestras vidas insensatas… Ya ves, me cuestan las segundas partes, aunque me puede más tu espalda… Ni reclamo, ni argumento, basta proclamar mi fracaso en el infierno, el ahogo del silencio que sucumbe ante un grito lastimosamente desesperado que aclama, no por segundas, ni nuevas partes, sino todo lo contrario… La evidente necesidad de nuevas normas vivenciales, las de antes, las de siempre… No dudes nunca de las dudas y los quizás, no recites al olvido tus plegarias, ni clames por una fatua felicidad, el amor puede llegar por la noche e irse antes de desayunar… No obvio tanto, casi nada, no obvio nada rezando tu espalda. No cuento los días, solo pierdo mis noches mientras enrumbas mis pesadillas… No pido explícitamente nada, solo proclamo, de la manera menos tácita posible, que cuesta vivir si te cansas de mí.


CC


Chamberí, en otros momentos (2011)

martes, 20 de diciembre de 2011

Tácito



Con un sentir oculto a que me tengas miedo, reconozco que te quise queriendo (sin forma alguna) y que no fueron diamantes sino carbón esencial… pero no tuvimos paciencia… lo que te di; y con líneas pausadas respondo a tu mutismo:


“La historia de amor sin palabras de amor SE TERMINÓ... ¡¡¡hace 3 años!!! Enamórate. Cásate. Ten muchos hijos... y olvídate de mí”


De mensajes subliminales nada; el contenido implícito de las palabras no es difícil de entender, pero ¿hay necesidad de ser tan explicito(a)?… hubiese sido mejor continuar con el silencio y su cobarde mensaje reinante desde ¡¡¡hace 3 años!!! Pero la limpidez de las palabras no puede obviarse… ¿Enamorarse?, ¿casarse?, ¿procrearse?… sugerencias factibles… pero ¿olvidarse? ¡¿Eh?!... No se olvidan los puntos de partida, como tampoco se olvidan los puntos finales… Mejor espera® siete años más, diez años después el tiempo empieza a pesar y se tendrá más que decir y menos que callar… diez años después, no te apabullan tus sentimientos ni te desconciertan mis movimientos… los “hola” que significan “hola” no se confunden con camelos… así persuadido(s) de que es mejor evitar la segundas partes y que no es necesario decir se terminó para saber que se terminó, me retirare a los infiernos del tenerte que olvidar… si aun me lo pides… sin decir palabra alguna, esperando que ahora si me escuches!!!
CC



Arequipa, en su momento (2010)