Las pupilas, los parpados, las pestañas, la lengua, la dentadura, el paladar, las orejas, mi nariz, los labios, las encías, la úvula, mi laringe.
Las circunvoluciones, el hipotálamo y el cerebelo, el espinazo y hasta la medula, el estomago, el hígado, el bazo, el coxis, el pubis, el tuétano.
Las costillas, el resto de mis huesos, las uñas, los folículos y los tegumentos, los riñones, el corazón, la aorta, la bilis, el páncreas, la tiroides, el mentón, la rabadilla, mis hombros.
Los pezones, el ombligo, los muslos, las rodillas, el pene, las bolsas escrotales y lo que hay en su interior, la sangre, el semen, mi saliva, los bíceps y cuádriceps, los glúteos, mi tendón de Aquiles, las palmas de las manos y las plantas de mis pies… ¿Qué no es tuyo?
Y aun así, y sin dudarlo: ¿Qué más quieres?
CC
