lunes, 14 de octubre de 2013

Este mundo... no se (dos)



De Héroes y excusas

No creo que llego tarde si reflexiono sobre cualquier tema en este momento “menos” convulso, pero no por ello más encaminado; es más, me atrevo a decir que los momentos de reflexión nunca llegan tarde, pero si ello puede incomodar, diré que nunca deben desaprovecharse por más tarde que lleguen.
El mundo entero quieres héroes, siempre los ha querido, sin necesitarlos completamente. No, no bastan el padre de familia con dos trabajos que se mata para llevarle un plato de comida a sus tres hijos; o la madre soltera que saca una familia entera adelante; o el chico que se priva de copas el fin de semana porque prefiere ayudar en un hogar de acogida los sábados… No, no nos sirven como héroes, se quieren (no se requieren) héroes que sangren, que estén dispuestos a morir. Lo queremos todo de ellos, o mejor dicho queremos que ellos lo hagan todo por nosotros, hasta su muerte. Parece ser que la idea de que alguien luche a muerte por todos nosotros nos exulta, nos satisface. La máscara o el antifaz no son imprescindibles, es más, si se desnuda también nos vale. Lo que queremos, mayoritariamente, es disimular nuestra cobardía, no ser la cabeza visible que se expone a ser decapitada.

Aquí mismo, en silencio, por lo bajo, te diría que yo moriría por cualquiera, solo para demostrar que mi muerte, sin restarle importancia como a la de cualquiera, no sería representativa. Para demostrar al mundo, si se pudiera, que son falsas sus libertades, que las ataduras que llevan les encantan y no podrían vivir sin ellas; solo por demostrar la mierda de vida que llevan y en esa mierda se regocijan, creyendo que son exclusivamente ellos los que toman todas  sus decisiones. Si, moriría con agrado por cualquier causa que yo considere justa o necesaria,  y mi muerte causaría el mismo efecto que si se hubiese producido 50 años más tarde, no en una barricada en las calles, sino en la cama de un domicilio enorme o un hospital público, con pañales, demenciado, con la mirada perdida… solo que tal vez, yo no me lo perdonaría. No pretendo ser el héroe de nadie, y aun no es tiempo de exponer mi cabeza, pero me aterra creer que este tipo de ideas están vigentes en el inconsciente colectivo; sin asumir aun nuestra responsabilidad global como colectivo humano. Lo que hace un hombre es como si lo hicieran todos los demás hombres… yo soy los otros, y cualquier hombre es todos los hombres, y todos somos responsables de ello.

¿¡A que se debe esta reflexión absurda en un día como hoy!?  A nada en especial, quizá la necesidad inexcusable de escribir, la reflexión pasiva tras la lectura activa de algún periódico de semanas pasadas, o quizá a la motivación extrínseca de alguien que motiva mis más intrínsecos sentimientos…  Porque en este mundo absurdo, donde nos parece que faltan héroes, siempre sobran excusas. Y puede que hoy, también hoy, la excusa para escribir sea la misma  que las semanas pasadas… 

https://www.youtube.com/watch?v=1g2VdB4YpzQ