jueves, 2 de junio de 2016

Hasta la última mesa, hasta el último voto



"Yo creo en la libertad, estoy convencido que ahora esta libertad está en grave riesgo en el Perú. Por eso yo quiero hacer un llamado a todos los peruanos, de cualquier convicción política, para defender la libertad y cerrarle el paso con nuestros votos al retorno de la dictadura, la corrupción y la mentira. Es ahora o nunca, ciudadanos, hasta la última mesa, hasta el último voto. ¡Viva el Perú!"  PPK

Ya no se trata de colores políticos, o de defender o no determinado modelo económico, o simpatía por algún candidato presidencial que quedó en el camino, o del desinterés total que pueda manifestarse a la hora de no ir a votar. Se trata de algo mucho más serio, más importante, se trata de defender  la libertad, Nuestra Libertad.  A todas luces es evidente lo que representa el fujimorismo, y ya no sé si valga la pena hablar una vez más sobre la corrupción, el narco estado, la delincuencia o la mentira que este cobija; pero me espanta sobremanera que obtenga un 45% de intención de voto según las últimas encuestas a pesar de las irrefutables evidencias. ¿Qué nos pasa? ¿Qué desinterés nacional nos embarga? Me pregunto mientras escucho una y otra vez, y otra vez más el himno nacional, ¿¡Porque esas ganas de entregar el ejecutivo, el gobierno del Perú, a un grupo político delincuencial!?  Ya son mayoría en el legislativo para los próximos cinco años, hemos llenado el congreso de los diputados con gente de dudoso palmarés (un eufemismo para no decir delincuentes), hemos cometido muchos errores en el pasado, pero este puede ser uno de los más graves. Entiendo que necesitamos un cambio, pero un cambio a peor no es la mejor solución; la perdida de la libertad, la re-implantación, la vuelta de una dictadura y de un gobierno corrupto como en los noventa solo nos servirá para estancarnos en el pasado, para no seguir avanzando como lo hemos venido haciendo desde que recuperamos la democracia en el 2000.

No entiendo, y creo que me costaría entender, las razones de alguien para votar por el fujimorismo. No entiendo qué tipo de personas son las quieren a unos delincuentes dirigiendo su casa y el futuro de las personas que mas amamos; quizás, me digo, primen en ellos intereses personalistas por encima del bien común, o quizás “simplemente” sea la desinformación la que ha ocasionado tanto daño, y son estos y otros inescrutables motivos los que nos han colocado en esta encrucijada que nos enfrenta anteponiendo la demagogia y la sin razón, rezagando los valores democráticos y el sentido común. No entiendo, y de verdad que me gustaría entender, ¿¡porque lo evidente es oscuro a la vista de unos cuantos!? (De unos muchos en realidad, y eso es más alarmante), ¿¡porque se ve como alternativa razonable la perdida de la libertad, el desplazamiento de la democracia, la mega corrupción en el estado, el narcotráfico y tantas otras razones irrefutables que sabemos y hemos venido escuchando!? De verdad, ¿¡este es el Perú que queremos, ya no para nosotros si no para los próximos peruanos!?

A la luz de los acontecimientos, y de la coyuntura que nos acomete, defender la libertad, Nuestra Libertad, porque somos libres y seámoslo siempre, es ahora nuestra prioridad, no nos valen los votos en blanco ni viciados, no nos vale la indiferencia ni el sosiego en estos momentos en los que la nube de la incertidumbre se posa sobre el Perú, ensombreciendo lo que tanto esfuerzo nos ha costado. Este es nuestro momento peruano, es el momento de dar la cara y decir NO bien claro y bien alto, no a la corrupción, no aun Perú en manos del narcotráfico, no a la dictadura. Porque el silencio ya no cuenta, y nos hace cómplices la indiferencia, que no nos tiemble la mano, que sea firme tu voto, porque no apoyamos solo a un candidato, apoyamos unos ideales y unos valores que son opuestos a los que representa la candidata fujimorista, porque hoy más que nunca para que la historia no se repita. ¡Viva el Perú!


Sin corrupción y sin dictadura

martes, 31 de mayo de 2016

Que lo sepas...




(Anoche soñé contigo)

Ayer, como tantos otros días que tú ignoras, te extrañé mal. Te imaginaba tomando un vino, no era por mí, y mucho menos conmigo. La música de fondo era tan tuya que hasta creí escuchar tu voz. Y tan consistente como lo es la noche, también lo fue tu ausencia.

Sentada a la luz de una vela, así también te he imaginado. Con una copa en tu mano e ignorándome con indecencia. Calculando el largo de tus piernas me ha sorprendido tu mirada. Derrocando la distancia entre el cielo y el infierno, entre tus labios y la ausencia de ellos.

Despacito, como en cámara lenta, te has despojado de tus prendas. Has hecho que mi habitación sea perfecta, y he vuelto a ser con tu silencio. Epicúreo entre tus formas me he deshecho de las mías. "No quieras ser hija de puta" te decía, aunque posees todas las gracias para ello.

Le he susurrado algo a tu oído, tan quedo que hasta te has estremecido. Has reído de una forma muy graciosa, y hasta he pensado que era cierto.  Has despeinado mi cabello, me has dado un beso en la mejilla. Y así como has llegado, imprevisiblemente, así también te has ido.


lunes, 22 de febrero de 2016

Nunca más



“El fujimorismo está más vivo que nunca”, me comenta un querido joven peruano, no con entusiasmo, más bien con indignación, quizás algo de rabia, pero sobre todo miedo. Y es a raíz de ese miedo compartido que ambos empezamos este sucinto diálogo a través de un monitor, cortesía de las recientes tecnologías, a kilómetros de distancia. Me recuerda, con su juventud, que han pasado solo dieciséis años desde que acabó la dictadura; y habla también de la memoria, esa que al parecer nos ha vuelto a traicionar y con más fuerza que antes. Es evidente su indignación, su enojo, pero no intuyo en ningún momento de la conversación señas de resignación. A medida que transcurre la conversación soy víctima de una especie de crisis de ausencia, busco algún archivo pasado y confirmo mis miedos. Comparto con mi interlocutor, ya no solo con miedo, sino con asco, los datos encontrados; hace cinco años (2011) K. Fujimori obtenía un 23% de votos en la primera vuelta, y ahora en las encuestas ese porcentaje ha crecido un 7%; desde mi punto de vista, siendo un joven que vivió la dictadura, inexplicable.

Las palabras iniciales de la conversación, evocadas por mi memoria reciente, me dejan patidifuso; la afirmación con la que comenzaba este joven su dialogo parece tenebrosamente cierta. Intento encontrar alguna explicación, y solo se me ocurre la misma que la de mi interlocutor, la memoria. Pero ¿Es solo la aparente ausencia de memoria la razón para que el fujimorismo siga vigente en el Perú? Quizás sí, pero no termino de creerlo completamente, considero que la corrupción alcanzada en la dictadura de los noventa, la dictadura de Fujimori, fue tal, que los restos de la misma aun alcanzan la política reciente de nuestro país. Pero que la gente no recuerde es lo más preocupante, porque la corrupción puede aun existir, pero los que votamos somos nosotros, y los datos de las encuestas reflejarían que dentro de ese 30% hay gente que no tiene memoria y/o gente que está conforme y de acuerdo con la corrupción de la dictadura, que la considera además la forma adecuada para dirigir nuestro país por los próximos cinco años, o más (ya sabemos cómo son las dictaduras). Hace cinco años ya escribía algo sobre esto, sobre cómo este 30%  actual, al igual que el 23% de hace cinco años, es un atentado a la memoria, a la memoria de la gran mayoría de peruanos que no apoyamos la dictadura ni  su corrupción, y que además la enfrentamos valientemente. Este alarmante apoyo del 30% a Fujimori es decir, de una forma muy directa: Sí avalo lo que hicieron en los diez años de dictadura, avalo los asesinatos de jóvenes inocentes, avalo las torturas en “el pentagonito”, avalo las esterilizaciones forzadas, avalo la violación de DDHH, la compra de congresistas, la droga en los aviones de la FAP y barcos de la marina, avalo la compra de los medios de comunicación y la televisión basura, avalo el robo de seis mil millones de dólares del pueblo peruano para mantener a tu familia… formar parte de ese 30% significa estar de acuerdo con todo ello, y creer que ese es el Perú que nos merecemos.

Duele tanto ver las encuestas a menos de dos meses para las elecciones, que pareciera que no existen políticos serios en nuestro Perú, que estamos condenados a elegir entre corruptos y dictadores; pero la realidad es otra, existen candidatos más que interesantes para ocupar el sillón presidencial. Imaginen este panorama, muy distinto al actual: Barnechea 30%, PPK 25%, Veronika Mendoza 18%, Julio Guzmán 15%, Otros 12%. No sería mejor para el Perú (los peruanos) una campaña electoral con estas cifras o similares!!!??? Da igual si eres un liberal, (tienes a Guzmán o PPK, que es tan peruano como cualquiera), o de izquierda (Veronika Mendoza) o de centro (Barnechea) ¿No es acaso este panorama electoral, mucho más prometedor para el Perú, que el que nos proponemos actualmente nosotros mismos?  ¿No es acaso cualquiera de estos candidatos infinitamente mejor que Fujimori o Acuña?... Piensa un poco mas peruano, piensa un poco más en el Perú!!!


Para acabar: votar por Keiko Fujimori es “premiar una de las dictaduras más crueles y más corrompidas que hemos tenido en la historia del Perú”… sería como si en España votaran por la hija de Franco, o en Chile por algún familiar de Pinochet; lo tengo bien claro, no podemos premiar ese pasado.

https://www.youtube.com/watch?v=ApQjYC6xisg
Fujimori = Ilegal 

jueves, 30 de abril de 2015

Ahora que...



(...no sabes cuánto)

Ahora que soy grande, por no decir mayor, ahora que me pesan como nunca tus momentos y se prolongan cruelmente las resacas.
Ahora que incipientemente níveas hebras pueblan mi cabello delatando el transito del tiempo, y se me escapan de las manos lánguidas muchachas que acaban con mis madrugadas.
Ahora que decido si me voy y me dejan decidir cuando me quedo. Ahora que no callo lo que pienso, ahora que puedo y pago el precio, tolero sin reproches los silencios que secundan mis palabras.
Ahora que los telediarios mienten como siempre, y siempre como nunca  antes una vida emprende en busca de la vida.
Ahora que el mar es un sepulcro y nos estremece hasta las lagrimas la tierra. Ahora que mi corazón sin dextrocardia palpita jubiloso en su sitio que es la izquierda, ahora que el sol calienta los tendidos y los sueños se consuman en el ruedo.
Ahora que no me desespero si tengo que esperarte, ahora que aun no sucumbo ante tus besos, ni desaíro tus abrazos ni imploro ante tu espalda.
Ahora que me recojo más temprano y el agur no duele demasiado, la aurora nos descubre separados después de dejar mi aliento en tu regazo.
Ahora que nadie me cuida y estoy solo echando de menos tú cabello, ahora que ardo lascivo desde adentro.
Ahora que la soledad es mi testigo mientras me transita con enjundia el desconsuelo. Ahora que el tiempo se detiene en tu mirada, reparo por fin en el misterio  y advierto que hablas sola y que te ansío: no sabes cuánto… 

CC

lunes, 23 de marzo de 2015

Confesiones de fin de invierno



(…o de inicio de primavera)

Confieso que me fui cuando más me quería quedar, y varias veces miré hacia atrás sin temor a convertirme en sal.
Confieso que me gusta el frío pero siempre busco un sitio cálido para retozar. Confieso que hay noches que rezo pero proliferan días en los que creo claudica mi credo.
Ya dejé el cigarro pero fumo si te veo, y bebo mucho menos aunque sigue siendo demasiado.
Confieso que me confesé hace tanto que en verdad digo pasado. Confieso haber perdido algún amigo, pero hay otros que han sobrevivido en mí. Confieso que no esperaba verte partir así.
Fui yo el que llamó y no dijo nada, aun escucho canciones envenenadas.
Confieso que hay mujeres casadas que no saben dónde ir. Confieso que solo pasaba por ahí. Confieso que aunque diga “nunca más” siempre me vuelve a pasar.
He dormido veinte horas seguidas y solo siete te he soñado, las otras trece no me han importado.
Confieso que algo tuyo me queda aunque te vayas. Confieso, ya lo sabes, que odio tú trabajo y ¡Quédate!, porque verecundo confieso que a tu lado es distinto y puede ser.
Perdulario me confieso y confieso que detesto la distancia pero salgo cuando llueve, aun no te temo Muerte, pero no vengas por mi. Me gustaría que hoy me reclamaras: ¡Quédate a dormir…!

CC 

https://www.youtube.com/watch?v=ZFrEIJAztUE 

sábado, 28 de febrero de 2015

Este mundo... no se (tres)




De Exclusividad

Quisiera, porque me puede y es cierto, decir que hablare de su exclusividad en mi vida; pero pretendo ser más amplio, y ver más allá de esas sus pupilas. Vomito como de costumbre, en forma de palabras sin sentido, la bilis que la realidad en ocasiones me (re)produce. Porque este mundo, hace mucho… no sé. El mundo y su gente, la gente que lo habita, vosotros, nosotros, todos, necesitamos de esa melancólica (patética) sensación de exclusividad; que curiosamente tiene y debe, para ser efectiva, ser reconocida por los demás, y mientras mas, mejor. Pero: ¿Es mala la exclusividad? ¿Está mal sentirse o querer ser exclusivo? …Como mucho, o casi todo lo que nos concierne, supongo que depende. Sentirnos individuos exclusivos-reconocidos, puede crear en nosotros una ficticia satisfacción que encuentra  su fundamento y  justificación solo en el lujo y los bienes materiales. Ahora bien, puede que esto no te parezca malo, y uno se ampare en la libertad, en el libre albedrío; pero no es cierto también, que al pretender ser exclusivos, y de ahí viene la palabra, excluimos al resto!!?? Y esto atenta contra la libertad de los demás. No critico el éxito monetario, no me preocupan las riquezas de los demás, si se han logrado con esfuerzo y sin el desmedro de otros; no pretendo hacer apología del comunismo caduco, pero me resulta un tanto absurdo este mundo, ya no exclusivo, sino excluyente, que ensalza el egoísmo y hace apología a un “aislamiento” antinatural; condenando la inclusión, aun conociendo nuestra naturaleza social. Vale mencionar también, amparado en el depende, nuestra exclusividad innata, la que cada uno como individuo posee. Ser únicos e irrepetibles nos hace exclusivos también, y será quizás que esta exclusividad, al no ser, ni exigir un reconocimiento externo nos cuesta reconocerla como tal, o será quizás que para algunos, esta no es suficiente. Apoyado y partiendo de esta exclusividad innata, pretendo ingenuamente provocar con palabras que se frene la exclusión, que sometamos a critica nuestras vidas cotidianas, que cada paso que se dé, se dé pensando en el siguiente… y en el de los demás.
De vuelta al depende, aclaro que no pretendía incluir en las palabras anteriores, la exclusividad  en el amor (Octavio Paz);  es más, admito desde el inicio esta característica en el amor de pareja; aclarando que no nos referimos a una exclusividad posesiva: de esa persona solo para mí, sino una a exclusividad inclusiva: de entrega más que de posesión. Aun así, tal vez el  amor, más que asociarse a la exclusividad, esté más cerca de la obviedad; obviar al resto para poner toda mi atención en esa única persona que se ama... Pero aun así, el resultado no cambiaría demasiado; al final tal vez, el amor va ser un egoísmo de dos... (o de tres)

¿Por qué?, me preguntas quejumbrosamente mientras apoyas tu cerveza, ¿Por qué piensas estas cosas?… Porque se alarga el tiempo quizás, ese tiempo en el que no estoy contigo o pensando en ti, se alarga y me tortura con la realidad; porque hay tarjetas black y cuentas secreteas en Suiza, porque hay salones VIP y listas de espera, o porque mi amigo ya no usa  su Swatch y cambio  Toyota por Mercedes… Y yo también, me pregunto porque…!!??

martes, 30 de diciembre de 2014

Un nuevo intento


Me desespera el silencio sobre el silencio, que no augura ningún supuesto oportuno, que dilata innecesariamente este pérfido momento, en el que solo “un silencio” sobra y basta para intentar de nuevo arrancarte junto con tus prendas una sonrisa.
Nos sobran días y nos faltan noches, noches que le robamos a tus sueños para que no se conviertan en mis pesadillas… y nos faltan noches. 
Se cuentan con los dedos de una mano izquierda los segundos que resignadamente aceptamos la tristeza, en los que inconscientemente consentimos  una pena… pero somos hombres y mujeres que se revelan de una forma prodigiosa contra lo adverso  de lo adverso de nuestros tiempos “lógicos”.
Buscando vesánico en unos ojos marrones respuestas a preguntas  que nunca se hicieron, intentando resolver dudas en el roce de una piel contra otra piel… un nuevo intento que se queda solo en ello.
Y cada mañana saltan los parpados y con ellos una sonrisa en busca de otra sonrisa. Nos levantamos para intentarlo nuevamente un lunes, un martes, un jueves,  un día cualquiera, con el decadente afán de recuperar el tiempo que no se recupera, pero nos levantamos para intentarlo nuevamente…
Y correr a desarmarme en un vaivén de emociones, mecerme en la cintura de un nuevo mundo, un nuevo intento por aferrarme a las faldas de tu vestido, un nuevo intento por escalar hasta la cima de sus besos,  que desarticulen sin explicaciones 365 veces una sonrisa, que se desbarata  cada día que no estás…


 “es triste que algún día Tú…”

CC