Han sido el destino y
los horarios, los que han confabulado para demorar una y otra y otra vez mas nuestro
último encuentro. O has sido tú!!?? Tu, poseedora de un silencio irreprochable,
resistente a cualquier proposición mal propuesta que se te pueda hacer... invéntate
todos los dolores de cabeza que se te antojen, falsas citas a la peluquería,
encuentros ficticios con ficticias amigas también... o puedes, lo prefiero, husmear
en la sinceridad: “No puedo salir contigo, no me lo permite mi prometido”.
Imagínala nostálgica,
extrañada extrañando una noticia mía... mas
que eso, reclamando en silencio, aguantándose las ganas de escribirme. Me gusta
imaginarla así, aunque la realidad, no me lo recuerdes, es todo lo contrario...
Tontos ellos, que no la conocen, que no conocen el verdadero silencio… Tontos
ellos, todos ellos, malditos ellos que no entienden, que quieren que entienda…
¿¡Qué quieren que entienda!?
Presumes tu fatua facilidad de
sintaxis, que no deja jamás de sorprenderme, como nunca dejara de encantarme.
Sin respetar ningún presente te presentas, enhiesta, blanca, como una torre de
marfil en medio de un charco de agua. En la brevedad existes, eres, intensa,
fuerte, sin abusar de las palabras me defines, huyo gustoso del letargo, y me
contemplo en el pasado, la felicidad. Pánfilo. Espero augurios tuyos sin desesperarme.
Me desespero. Grito tu nombre, y cojo tu mano en justa señal de protesta.
Imagínatela una vez más,
serena, breve, ocupando todos los espacios, envuelta en ese vestido blanco el día
mas feliz de su vida, con esa sonrisa párvula que pocos han visto, que yo he
visto… Imagínenla, indignada, negando rotundamente que alguna vez fue al cine
contigo, negando una voz, una presencia, un güisqui malo, el amor y sus
escenarios… Iluminada por las luces de la fiesta y el alcohol, ríe, tambalea,
fatigada de tanto caminar en mis sueños.
Un mail como los de
antes pedias en Madrid, como siempre en realidad… porque el hecho de no escribir
no significa dejar de sentir. Como Eva Green, en The Dreamers, haces que se colme de arena mi garganta y se seque la voz… Auguras buen
tiempo, dama de los tiempos, de mi tiempo ajeno, ajeno porque es tuyo, como
tuyo el silencio que se encona en el roído pecho, y me hunde en légamo de la rotunda
realidad… A medida que se van cumpliendo tus sueños, se transforman en realidad
mis peores pesadillas.
Te imagino serena, quieta,
cavilando… no se que, hoy no me importa… Alta, blanca, constante, contemplando…
no se que, hoy no me importa… Íntegramente te imagino, precisa, fugaz, clara en
tu día limpio y claro… Inconscientemente te imagino, sin obviar, toda te
imagino; me gusto, me desordeno, te contemplo en technicolor… Abigarrado, pausadamente,
pretendo acabar con tu perpetuidad.
CC
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