Cada pueblo tiene los gobernantes que se merece, o mejor dicho que elige, ese es el secreto a todas voces de la democracia, y ese también es el temor de los que creemos en este tipo de modus vivendi… más aun si la memoria se empeña en recordarnos anteriores procesos electorales; hace algún tiempo ya, hablaba en un par de líneas, acerca de saber elegir a nuestros gobernantes para posteriormente no repudiarlos o desear su derrocamiento… saber elegir es fundamental, así como respetar el proceso del gobernante democráticamente elegido. Ahora bien ¿por quién votar? En un país donde los partidos políticos fenecen y la población ya no confía en los de siempre, se hacen necesarias estrategias que dan a estas elecciones un matiz singularis, encontrándonos con atípicas simbiosis en un principio inconcebibles, nunca me habría imaginado a Rey Rey del lado del fujimorismo, sin hablar ya de su paso por el PAP, un hombre de derechas, numerario de una obra, eximio miembro del PPC, que concuerda últimamente con todas las ideas políticas que le den cabida en su partido; o que decir de la guapísima e inteligente Meche Aráoz, que casi cae en el juego sucio del Apra, que se sigue pudriendo por dentro para vergüenza póstuma de Don Víctor Raúl; Castañeda con un partido débil, pobremente estructurado reclutando o mejor dicho reciclando de aquí y de allá para parchar los huecos en su plancha electoral; Toledo, es cierto, será tal vez líder de un partido que se viene consolidando, pero nadie olvida sus escándalos como el avión chelero, ni nos olvidamos de quien fue su ministro de economía; y quien podría decir en su más sano juicio que vería juntos a Lulú (la imagen diestra de nuestra política) y Yehude (siniestro de una aun esperada nueva izquierda) apoyando a un PPK que se esfuerza, no sé si lo suficiente aun, para demostrarnos que es peruano como todos los demás… y es en esta pequeña ensalada de alianzas, cambios de bancada y apoyos políticos, donde nos tenemos que mover los ciudadanos con mucho cuidado, con la convicción que tenemos el derecho, ojo que no la obligación, sino el derecho de elegir a quien nos irá a gobernar los siguientes 5 años, no nos podemos permitir el tropezar aposta con la misma piedra una y otra y otra vez mas… Razón/causa de mi justificable temor a una segunda vuelta (como viene repitiéndose en las últimas elecciones presidenciales, desde que recuperamos la democracia que nos había usurpado un extranjero nipón cuya hija, con mucho descaro y cinismo, presenta su candidatura) en la que no se encuentre la mejor opción para el gran cambio.
El gran MDRE, en una de sus cartas a los peruviensis… que podría extenderse para todo el mundo, hablaba, basándose en un texto de Fromm, sobre los seres ordinarios con poder extraordinario, seres que no acceden a ese poder por la fuerza bruta sino por el poder de los pueblos que los ponen en dicha situación; estas personas ordinarias que en base al populismo desmedido, fruto de los políticamente corruptos noventa, engatusan con frases y promesas al electorado, que incauto acude seducido harto de la falta de medidas del poder ejecutivo para mejorar su situación, que es en realidad la situación de millones, que eso no se nos olvide… la educación, pilar fundamental de una sociedad, es nuestra obligación a mejorar para olvidarnos del voto por el menos malo, hay que votar con convicción, acorde a nuestras ideas… un voto con convicción y no por presión o moda, nunca es un voto perdido. Confió en un gran cambio en el electorado peruano, ya nos lo han demostrado en Lima con Dña. Susana Villarán… Y aunque Lima no es el Perú, acéptalo Valdelomar, déjenme confiar!!!
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