Como el ratón de serrín frente al gato de trapo, como el gato del cuento pero sin botas, como el amante fiel que hace de testigo de la novia, o como ese pato solitario en el Manzanares…
Así de extraño, en ocasiones, el Homérico viajero suele sentirse al volver a Itaca, donde ya no le aguarda ninguna Penélope… porque se olvido de deshacer lo tejido y al contrario siguió tejiendo por las noches…
Deambula como un extraño en su ciudad, acompañado solo de la soledad; escrutándolo todo con la fascinación de un chiquillo explorador; saboreándolo todo como si fuese la primera vez, buscando quedarse para siempre, una vez mas, con esos aromas y sabores que alguna vez fueron suyos…
Y se detiene un largo instante e inspira hondo, con fuerza, inundando cada uno de sus alvéolos pulmonares con ese aire fresco de montaña…
Y de pronto todo le parece extrañamente familiar, y los sentidos lo devuelven al pasado donde se quiere quedar, pero el presente también es fuerte y con enjundia se lo hace notar.
CC
Así de extraño, en ocasiones, el Homérico viajero suele sentirse al volver a Itaca, donde ya no le aguarda ninguna Penélope… porque se olvido de deshacer lo tejido y al contrario siguió tejiendo por las noches…
Deambula como un extraño en su ciudad, acompañado solo de la soledad; escrutándolo todo con la fascinación de un chiquillo explorador; saboreándolo todo como si fuese la primera vez, buscando quedarse para siempre, una vez mas, con esos aromas y sabores que alguna vez fueron suyos…
Y se detiene un largo instante e inspira hondo, con fuerza, inundando cada uno de sus alvéolos pulmonares con ese aire fresco de montaña…
Y de pronto todo le parece extrañamente familiar, y los sentidos lo devuelven al pasado donde se quiere quedar, pero el presente también es fuerte y con enjundia se lo hace notar.
CC
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