Hace mucho vivo soñando con conocer la tumba de Abelardo y Eloisa. Sigo pensando aún la ofrenda que habría de entregar el día que estuviera delante de ellos. Quizás y hubiera sido algo digno de una historia sacada de un poema de Whitman poder llegar en peregrinación por primera vez ambos, yo y aquella mujer a quien habría de prometerle aquel amor que no es eterno “como una lámpara de inagotable aceite”, pero por el que se quiere apostar lo mejor de si, como por la mejor empresa de vida o la travesía a aquel país de nunca jamás narrado por Matthew Barrie.
Te odio por eso, porque en más de una forma te me adelantaste, pero en fin estimado amigo, siempre será criticada la liebre por quedarse dormida poco antes de cruzar la meta.
2 comentarios:
Hace mucho vivo soñando con conocer la tumba de Abelardo y Eloisa. Sigo pensando aún la ofrenda que habría de entregar el día que estuviera delante de ellos. Quizás y hubiera sido algo digno de una historia sacada de un poema de Whitman poder llegar en peregrinación por primera vez ambos, yo y aquella mujer a quien habría de prometerle aquel amor que no es eterno “como una lámpara de inagotable aceite”, pero por el que se quiere apostar lo mejor de si, como por la mejor empresa de vida o la travesía a aquel país de nunca jamás narrado por Matthew Barrie.
Te odio por eso, porque en más de una forma te me adelantaste, pero en fin estimado amigo, siempre será criticada la liebre por quedarse dormida poco antes de cruzar la meta.
mis aplausos gordo
Publicar un comentario