Esta entrada se iba a llamar de otra manera e iba a empezar de otra forma, con otro carisma, muy alejado del enfado que me motiva… Me es comprensible la duda, aun a 7 días del día, acerca de quién es merecedor de nuestra confianza y por ende de nuestro voto en estas elecciones que van semejándose a una reñida carrera con final de fotografía; pero lo que no es aceptable es dudar sobre por quien NO hay que votar, elegir entre el cáncer o el sida (acertada comparación del Nobel arequipensis) no es una elección, a todas luces, saludable… ¿Nos cuesta tanto entender que liderar el crecimiento económico de la región durante los últimos diez años no es pura casualidad?, aunque hay que reconocer el artilugio de la fortuna (suerte), porque siempre terminamos escogiendo entre el menos peor, y parece, con temor, que en esta ocasión no será diferente. Teniendo otras opciones, a primera vista símiles, con pequeños matices… alguno será menos derrochador, otro será un mejor gerente de gobierno, y otro quizá hará mas uso del nepotismo, pero siempre con una línea de continuismo, con variantes, para el crecimiento de un país, nuestro país… Porqué habiendo varias opciones “buenas”, debo sentir tal indignación mayor al observar, el ultimo día que se publican las encuestas, que las dos peores opciones se disputan el primer lugar: Un aprendiz de dictador, sin ningún tipo de preparación más que un cuartel y su ambición caudillista, con un padre de ideas radicales y retrogradas, que seguro goza soñando con el triunfo de su hijo para hacer de nuestro Perú su ayllu, mientras el retoño intenta perpetuarse en el poder como buen discípulo del Chavismo, del que astutamente no se atreve hablar, porque si revela su verdadera admiración hacia el dictador perdería los votos de incautos que mal deciden… Y una hija del Fujimontesinismo, del ser ese que sumió a mi país en la más profunda ignorancia y corrupción, que jamás habíamos visto o creído posibles, que estudió en los yunaites con el dinero de todos nosotros, como también lo hicieron sus hermanos, y uno de ellos, el de las felaciones caninas, ahora pretende ser congresista; esta Sra. que en cinco años de congresista no realizo ningún aporte importante para el beneficio de los peruanos… ¿¡Hasta cuando debo sentir siempre esta indignación!?, la de ir como cerdos a escoger entre la basura, cuando se nos ofrecen otras oportunidades…. Ojo, no dejo de creer en la justicia social y en los beneficios sociales para todos y cada uno de los peruanos, pero sin un gobierno que pueda fomentar un crecimiento económico democrático, estable y alejado de la corrupción, la justicia social no va a llegar.
Termino como me hubiese gustado empezar, sabiendo que no soy un líder de opinión, ni un ser influyente… al contrario soy muy influenciable… e inevitablemente consciente del menguado número de lectores atrevidos que pierden su tiempo leyendo estas líneas; y saludar la campaña política de un grupo de jóvenes entusiastas que creen en su candidato, y dentro de este grupo ilusionado a uno de sus miembros en particular, no solo por le vinculo minúsculo sanguíneo que nos une, sino sobre todo por el afecto mayúsculo con mayúsculas que se creó entre nosotros desde su aparición en este planeta hace 23 años, y por su culpa… porqué es más fácil así, señalar a un culpable… se suscitan estas palabras proselitistas que apoyan esa alianza por el Gran Cambio. Animo PPKausas